Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados.
Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos más allá de toda medida.
Es nuestra Luz, no nuestra Oscuridad, lo que más nos asusta.
Nos preguntamos: ¿Quién soy Yo para ser brillante, magnífico, talentoso, fabuloso?
En realidad ¿Quién eres para NO serlo?
Eres un hijo de Dios. El disminuirte no le sirve al mundo.
No hay nada instructivo en achicarte de modo que otra gente no se sienta insegura a tu lado.
Hemos nacido para hacer manifiesta la gloria de Dios que está en nuestro interior.
No está sólo en alguno de nosotros; está en todos.
Y cuando dejamos nuestra propia Luz brillar, inconscientemente damos permiso a otros para hacer lo mismo.
Cuando nos liberamos de nuestros propios miedos, nuestra presencia, automáticamente, libera a otros.
Nelson Mandela
La inhabilidad de tolerar el espacio vacío limita la cantidad de espacio disponible. W.R. Bion, “cogitations”
Presentación
La que habita La Casa. La que conoce el gong de la séptima puerta. La que ha prometido no traficar con las leyes de la sabiduría. La que se ha incorporado al espíritu de las cosas. La que vislumbra el desenlace del ser en el paisaje. La que purifica con el fuego que desciende de la más secreta arquitectura. La que tiene dominio sobre los elementos, las formas, la luz. La que nos participa de un trabajo interior.
Cuánta soledad, cuánto misterio irrumpen en la ofrenda.
Vicente Zito Lema
(texto escrito por el poeta Vicente Zito Lema para el catálogo de mi primera muestra)
24 may 2010
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